miércoles, 9 de septiembre de 2015

¿HASTA CUÁNDO USARÁN AL PUEBLO?

Seguimos sufriendo y experimentado una corriente de peligros, insolencia, descaros, parcialidades políticas, corrupción y un sinfín de abusos a los cuales ustedes pueden seguir enunciando. La realidad nos despierta y exige un tiempo de consagración donde el Pueblo se haga respetar y deje muy en claro el verdadero papel que debemos tomar ante un narco-régimen que nos gobierna y factores de oposición que sólo desean velar por sus intereses políticos.

Desde las cúpulas partidistas -del narco-régimen y de la oposición- nos pretenden vender la imagen de la guerra, de la constante confrontación, mientras el venezolano de a pie, se mantiene en colas, sufre de la inseguridad; y sobre todo, ve nuevamente con estupor como reviven la palabra “Pueblo” ahora que necesitan votos para mantener sus curules, sus cargos y sus negocios. Y después de las elecciones ¿qué pasa? La respuesta ya la conocemos: De una u otra manera, el círculo vicioso se repite nuevamente.

La palabra “pueblo” en la boca de esos bandidos es sinónimo de vergüenza y miseria. ¿A quién amedrentan a partir de una justicia parcializada y que sólo se mueve a punta de intereses políticos o económicos? Al pueblo… ¿A quién llaman a robar si se pasa necesidad, mientras ellos se llenan los bolsillos a través de negocios ilícitos? Al pueblo… ¿A quién armaron para atentar contra la vida de compatriotas no afectos a alguna facción política, mientras gobierneros y opositores se sientan en una misma mesa a repartir cuotas de poder? Al pueblo… ¿A quién se llama a las calles a defender al narco-régimen o a tumbar al gobierno, mientras ellos están cómodamente en sus parcelas políticas? Al pueblo… ¿A quién le piden votos sin ofrecer reales soluciones, sino simplemente “voten por mí o contra él”, y luego “Dios provee” o “el tiempo de Dios es perfecto”? Al pueblo…

¿Qué nos ha traído usar al “pueblo” para sus intereses? Una sociedad irreconocible donde se alienta a una revolución inexistente o a una oposición que aún no tiene ni la más mínima idea de cómo afrontar la situación en la cual nos encontramos.

Mírate en el espejo Pueblo: Hablan en nombre de nosotros para enriquecerse más y más; se visten a todo dar en tu nombre, mientras no tenemos la posibilidad real de vestir decentemente a nuestros hijos; pretenden hablar como nosotros, mientras la bajeza moral nos sigue invadiendo cada día; toman medidas políticas y económicas en nuestro nombre, mientras el bolsillo nos cachetea realmente a la hora de hacer un simple mercado; pretenden impartir orden por el bien de nosotros, mientras cada día nos tenemos que encerrar más temprano en nuestras casas.

Despierta pueblo: Somos los trabajadores que desde la madrugada exponemos nuestras vidas para llevar un sustento a nuestros hogares; somos la Iglesia que aún predica la moral en nuestra sociedad; somos los políticos que aún se niegan a dar su brazo a torcer, con tal de ofrecer un verdadero cambio institucional; somos los estudiantes que luchan por una Venezuela de progreso y de esperanza; somos las mujeres que aún dan su vida por los hijos de esta Patria; en fin, somos el verdadero Pueblo al que temen los politiqueros del narco-régimen y de la oposición, ya que representamos una amenaza para todos los negocios que siguen haciendo a costilla de nosotros.

Dejemos la falsa ilusión, no nos dejemos engañar por falsas palabras; aprendamos de una vez por todas que la salida está en nuestras manos. No somos cien, ni miles, sino millones de hombres y mujeres que estamos hastiados de un sistema que ha convertido a Venezuela en su bodega, en su negocio particular.Tenemos la posibilidad real de acabar con una siembra que no ha dado buena cosecha, que sólo ha dado mala semilla y ha dejado una tierra devastada.

Demostremos la fuerza del verdadero Pueblo. Con la organización todo es posible.


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